Trauma y Pareja
Uno de los cambios nucleares que acontece tras vivir un acontecimiento traumático relevante provocado por otro ser humano, es una nueva percepción y una nueva configuración de las relaciones interpersonales
Uno de los cambios nucleares que acontece tras vivir un acontecimiento traumático relevante provocado por otro ser humano, es una nueva percepción y una nueva configuración de las relaciones interpersonales
El conocimiento de algún desastre en algún lugar del mundo forma parte de nuestra cotidianidad. Esta presencia tan permanente y reiterada, a través de los medios de comunicación, conduce a una demanda general, que se va intensificando progresivamente, para que las instituciones y las autoridades hagan algo con respecto evitar la angustia inherente a los desastres.
Frente a las conceptualizaciones en las que los acontecimientos traumáticos producen, inexorablemente, daños no reparables se han abierto nuevos paradigmas que subvierten esta idea.
Ante un grave y demoledor acontecimiento de la vida, ante unos importantísimos y transcendentales-y no pocas veces reiterados- hechos traumáticos vividos; ¿qué podemos hacer?, ¿cómo podemos coexistir con ellos?.
El derecho a tener miedo, a tener miedos es un principio básico de la libertad personal, no es lícito arrebatar el derecho personal e individual al miedo. En estos días se ha repetido, ante los recientes atentados, el lema «no tenemos miedo»