Invisibilidad de la víctima
Si las consideramos de manera individual, las víctimas son escasamente visibles y casi siempre acaban siendo totalmente invisibles.
Si las consideramos de manera individual, las víctimas son escasamente visibles y casi siempre acaban siendo totalmente invisibles.
El deseo y la búsqueda de una reparación es consustancial al hecho de haber vivido una agresión por parte de otro ser humano. La idea de vengarse del victimario es parte de esa compensación
La existencia de un pasado con una infancia feliz no es, ni mucho menos, una realidad generalizada. Por el contrario, todos los profesionales que trabajamos en terapia constatamos, de forma reiterada y permanente, la existencia de muchos adultos que han vivido una infancia traumática.
Podemos construir y construirnos desde, en y con la adversidad. Esta idea rectora puede transformar la creencia, muy profundamente enraizada en nuestra sociedad, de que tras vivir un grave infortunio se produce un deterioro vital inevitable,
La convulsión y la crisis actual nos ubica en un inmejorable momento para recapacitar sobre el tiempo, su persistir y su fluir, su paso y su permanencia: lo casual y lo causal, lo efímero y lo perdurable.