Con vergüenza… ¡si, gracias!
La vergüenza debe ser superada, dominada, vencida, erradicada; éste era el posicionamiento casi unánime de los participantes en un taller sobre vergüenza en el abuso y el maltrato que impartimos recientemente.
La vergüenza debe ser superada, dominada, vencida, erradicada; éste era el posicionamiento casi unánime de los participantes en un taller sobre vergüenza en el abuso y el maltrato que impartimos recientemente.
La espiritualidad y la religión, incluidas como una dimensión de la calidad de vida por la Organización Mundial de la Salud; por otra parte, deberían ser siempre aspectos ponderados al evaluar los factores que repercuten en la salud mental.
Las consecuencias psicológicas de la guerra son persistentes en el tiempo; pese a la aparente obviedad de esta formulación debemos darnos cuenta de cómo en la realidad se tiende a actuar como si esto no fuera así.
Pese a que la reconciliación, tras un proceso de victimización social, es planteada como un valor en sí misma es necesario tomar en consideración los daños que puede producir.
En un tema tan insondable y tan complejamente imbricado en la vida de cada ser humano como es el suicidio, únicamente existe un camino de conocimiento para los terapeutas: la interrogación continua