Elogio de la tristeza
En esta época, en la que tenemos el imperativo de ser felices y estar alegres todo el tiempo, reivindicar la tristeza como un aspecto positivo se hace más necesario que nunca.
En esta época, en la que tenemos el imperativo de ser felices y estar alegres todo el tiempo, reivindicar la tristeza como un aspecto positivo se hace más necesario que nunca.
Cuando el día de hoy está permanentemente lleno de un pasado en el que el abuso y el maltrato tuvieron una presencia relevante, la vida se torna en un continuo arrastrar esa losa. Kierkegaard planteó como la comprensión de la vida únicamente puede hacerse mirando hacia atrás; y, sin embargo, para que ésta sea vivida, es necesario mirar hacia delante.
Suicidio o accidente difícilmente explicable; afrontar este cuestionamiento o no hacerlo se transforma en una compleja disyuntiva para un amplio grupo de personas que tienen que enfrentarse a esta situación. Un suicido siempre es un cuestionamiento para el que queda vivo.
Tras vivir un trauma, quienes lo sufren afrontan un proceso personal de intentos de asimilación de lo vivido. En algún momento de este proceso, en el que la víctima no tiene apenas intervención, el desarrollo legal de su caso puede hacer aparición y ,entonces, se ve envuelta ,de forma paralela, en un proceso judicial y en su conflicto personal de adaptación e integración de sus vivencias.
Tener un propósito, una intención de vida, entendido este concepto en un sentido muy amplio, hace que las personas que lo poseen mueran más tarde y que tengan menos accidentes cardiovasculares; ésta es la conclusión de un reciente trabajo publicado en Psychosomatic Medicine. En el artículo se realizó un metaanálisis en el que se incluyeron 10 trabajos,