por Antonio Sánchez González | Nov 25, 2014
El victimario, el agresor y su entorno suelen transformarse en el centro de la compensación que se solicita para las víctimas; de esta forma se le otorga un protagonismo central, reeditando el dominio que mantuvo al realizar la agresión; el agresor tuvo el poder al infligir el daño
por Antonio Sánchez González | Sep 26, 2014
Olvidar, junto con el perdón y la venganza, son las vías de reparación que tanto la sociedad como las personas cercanas les ofrecen a las víctimas
El olvido es incompatible con la elaboración del trauma. La elaboración vendrá de una modulación del recuerdo. La dinámica de emociones, actitudes, pensamientos y comportamientos nunca puede ser el olvido frente al recuerdo, ha de ser una memoria productiva, fluida y generadora de posibilidades frente a una limitante, rígida y restrictiva.
El afrontamiento de todos los hechos ocurridos junto con las vivencias y sentimientos unidos a ellos, es la única vía que puede evitar la reviviscencia y por tanto la continúa presencia del trauma y de sus consecuencias. Por el contrario, el intento de ignorar los acontecimientos padecidos y las graves consecuencias personales que han tenido, conduce a una persistencia del daño en la que no existe un pasado, sino un presente continuo.