91 550 15 42 info@inpsi.org

Ninguna derrota es enteramente una derrota, pues
el mundo que abre es siempre un sitio
hasta entonces
insospechado. Un
mundo perdido,
un mundo insospechado,
abre paso a nuevos lugares
y no hay blancura (perdida) tan blanca como el recuerdo
de la blancura.

 

W. C. Willians

Olvidar, junto con el perdón y la venganza, son las vías de reparación que tanto la sociedad como las personas cercanas les ofrecen a las víctimas.

El olvido es incompatible con la elaboración del trauma. La elaboración vendrá de una modulación del recuerdo. La dinámica de emociones, actitudes, pensamientos y comportamientos nunca puede ser el olvido frente al recuerdo, ha de ser una memoria productiva, fluida y generadora de posibilidades frente a una limitante, rígida y restrictiva.

olvido_002El afrontamiento de todos los hechos ocurridos junto con las vivencias y sentimientos unidos a ellos, es la única vía que puede evitar la reviviscencia y por tanto la contínua presencia del trauma y de sus consecuencias. Por el contrario, el intento de ignorar los acontecimientos padecidos y las graves consecuencias personales que han tenido, conduce a una persistencia del daño en la que no existe un pasado, sino un presente continuo.

El mantenimiento de las experiencias traumáticas fuera del conocimiento consciente, la disociación -mantener excluido de la conciencia- lo que no podemos asumir ni pensar, conlleva, en primer lugar, la imposibilidad de resolver esas situaciones, en segundo lugar, a la necesidad de evitar múltiples estímulos que puedan poner en peligro esta barrera disociativa protectora y, en tercer lugar, genera actuaciones disruptivas para la víctima y para los que la rodean ya que, estos aspectos disociados, invaden cualquier experiencia vital, relacionada o no con el hecho fáctico vivido, que posea una alta intensidad emocional.

Las víctimas son concitadas, de forma permanente y reiterada, al olvido; a pasar página. El grupo social olvida de forma muy rápida y requiere la aparición de nuevos datos e informaciones para el mantenimiento del recuerdo. Los afectados por agresiones de otros humanos son un ejemplo viviente de una vulnerabilidad, social y personal, que no se quiere aceptar y así se transforman en un recuerdo vivo que es necesario negar. Se les transmite, unas veces de forma clara y otras implícita, el mensaje de que ya ha pasado mucho tiempo desde su trauma y que, por tanto, su dolor ya no tiene lugar; en otras ocasiones, se minimiza su sufrimiento trasladándoles un “no es para tanto” o un “todos hemos sufrido”. En esta línea de negación y olvido es especialmente relevante resaltar la posición que se mantiene de forma muy generalizada frente a los que siendo niños vivieron un acontecimiento traumático de alta intensidad; en virtud de su corta edad, se supone que no fueron conscientes de lo ocurrido y por otra parte se les atribuye una total capacidad de superación, negándoles de facto la existencia del daño vivido.

Una mezcla de olvido y recuerdo la tenemos en los actos públicos en los que se rememora a las víctimas en general, se enfatiza un sufrimiento global, pero se produce un olvido, incluso una inexistencia, de la persona concreta que ha vivido el trauma; se intentan reparar las consecuencias genéricas y se ignoran las individuales. La reparación tiene que venir de un reconocimiento, preciso, claro y explícito hacia la persona dañada; los desagravios colectivos pueden ayudar pero nunca suplir el reconocimiento al individuo que ha sufrido personalmente el acto traumático y sus consecuencias.

Quien no recuerda, quien es condenado al olvido queda permanentemente aprisionado por el pasado. Aquello que no puede ser pensado invadirá todos sus actos; será la persistencia cotidiana de lo que se quiere olvidar. Tanto los intentos sociales de abolir la memoria, así como las múltiples maniobras psíquicas encaminadas a la omisión de la vivencia global del trauma, imposibilitarán la elaboración. Para que exista un buen olvido debe haber una buena memoria.

Autor: Antonio Sánchez

Autor: Antonio Sánchez González

Psiquiatra- Psicoterapeuta – Perito Judicial
Especializado en el trabajo con personas afectadas por acontecimientos traumáticos

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando y cierra esta ventana está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies