Buscas los días. Desandas el viejo camino.
Dices: «Fue aquí…, por aquí»
Buscas los días. Te aferras a escenas
que son el reflejo de un sueño en la sombra de un sueño.
José Hierro
Los intentos que las víctimas hacen para tratar de entender el acontecimiento traumático que han vivido y las repercusiones que éste ha tenido en sus vidas son esenciales para integrar el trauma.
En un estudio publicado recientemente (1) se ha tratado de evaluar la búsqueda de sentido a lo ocurrido y la percepción de cambios personales positivos o negativos en personas que sufrieron abuso sexual en la infancia (ASI); para ello estudiaron a 103 mujeres adultas divididas en tres grupos: el primero con personas con ASI y que presentaban un trastorno de estrés postraumático (TEP) actual, el segundo estaba integrado por mujeres sin TEP y que vivieron un ASI y el tercero con mujeres que habían sufrido en la infancia un evento traumático de tipo no sexual.
Los resultados del trabajo muestran que en las personas que vivieron un ASI, pese a que en promedio habían transcurrido 23 años desde el abuso, alrededor del 60% estaban inmersas en un proceso de búsqueda de significado; este porcentaje se situaba en el 50% en el grupo de mujeres en las que el trauma vivido no tenía un carácter sexual.
El 80% de las mujeres con un trauma de carácter sexual y con TEP y el 85 % de las que vivieron un ASI y no tenían TEP consideraron que era importante encontrar un sentido a lo vivido mientras que en el caso de otros tipos de trauma este porcentaje bajaba hasta el 47%.
El 90% de las personas con ASI y TEP habían reflexionado en los 30 días previos a la evaluación sobre el impacto que el abuso había tenido en sus valores, prioridades y objetivos en sus vidas; en los otros dos grupos el porcentaje se situaba alrededor del 65%. Se plantea como el TEP puede llevar a una dificultad en el control de las reflexiones sobre el sentido de lo ocurrido y como los síntomas intrusivos y evitativos pueden sostener esa búsqueda en el tiempo; por otro lado, se puede pensar como la búsqueda de sentido puede activar el TEP.
En relación con la presencia de cambios en la apreciación de la vida, relación con los demás, aparición de nuevas posibilidades, fuerza personal y cambios espirituales, las mujeres con TEP informaron sobre un mayor grado en la percepción de los cambios personales, en sentido negativo, en comparación con las que no presentaban TEP; en el caso de la percepción del sentido positivo de los cambios no se observaron diferencias entre los dos grupos.
Los impactos positivos y negativos de su experiencia traumática son evaluados por las víctimas como dos entidades separadas. Por un lado, los aspectos negativos tienen una mayor relevancia que los positivos y, por otro, algunos de los que se valoran como cambios positivos son intentos de realizar un esfuerzo adaptativo sin consistencia real.
Se plantean interrogantes sobre si los pensamientos en relación con la búsqueda de sentido facilitan la resolución de las ansiedades psíquicas. Por otra parte, no se puede concluir si la búsqueda de sentido conduce al TEP o viceversa.
La búsqueda de sentido como forma de afrontar la adversidad tras un trauma forma parte de las respuestas naturales a éste. El momento en que se debe promover es, sin embargo, especialmente controvertido, el abordarlo prematuramente puede incrementar conductas evitativas o bien forzar a un «seguir adelante» sin una integración del trauma.
En una visión integral de la persona traumatizada el generar interpretaciones que doten de sentido a lo vivido es de crucial importancia; debiendo realizarse este proceso en paralelo con el manejo de los síntomas y problemáticas postraumáticas.
(1) Geninet I., Marchand A. Search of meaning in childhood sexual abuse survivors with post-traumatic stress disoder. International Jourmal de Victimologie 12 (1) 79-93. 2014
Autor: Antonio Sánchez González
Psiquiatra- Psicoterapeuta – Perito Judicial
Especializado en el trabajo con personas afectadas por acontecimientos traumáticos