Psiquiatra Psicoterapeuta.

Con una experiencia profesional de más de 25 años abordo, desde la psiquiatría y la psicoterapia, los diversos aspectos de las problemáticas psíquicas y de forma muy específica todo lo relacionado con acontecimientos traumáticos (accidentes, atentados, abusos sexuales, etc.) y sus consecuencias. Desarrollo un abordaje integral de los tratamientos, desde las perspectivas biológica, psicológica, relacional, social y existencial, enfocándolos esencialmente desde estos ejes:

• Incremento de las capacidades de adaptación y afrontamiento
• Elaboración de traumas y pérdidas
• Disminución de la vulnerabilidad
• Ampliación de los límites de libertad personal
• Búsqueda de sentido existencial

Realizo formación y supervisiones, tanto individuales como grupales, con psicoterapeutas y coaches analizando, de forma específica, las problemáticas y dificultades personales que surgen a lo largo del proceso de tratamiento.
Dentro del campo judicial y legal elaboro peritajes psiquiátricos colaborando con un nutrido grupo de abogados en la valoración de las opciones legales de reclamaciones de daños.

Psicóloga Psicoterapeuta.

Pensar que buscar ayuda es signo de debilidad es un error socialmente bastante generalizado; sin embargo, hace falta mucho “valor” para enfrentarse a los rincones más recónditos de nuestro interior. Puesto que, como podemos comprobar, «el tiempo…, no lo cura todo».

Soy psicóloga y tengo más de 20 años de experiencia en la práctica clínica y en la asistencia a personas con dificultades psíquicas.
Mi método de trabajo está basado en la integración de diferentes modelos terapéuticos que garanticen una mejor adaptación a las necesidades de cada persona, para así poder realizar un tratamiento psicológico individualizado, aplicando técnicas de intervención que resulten lo más eficaces  posibles.

Llevo a cabo una psicoterapia activa, específica y flexible, en la que -partiendo de un ámbito de exploración compartido con el paciente, desde la conexión emocional («yo siento que tú sientes lo que yo siento») y la empatía-, se favorezca el cambio de  aquellos rasgos que producen malestar y sufrimiento, hacia el desarrollo de recursos que potencien el bienestar y la libertad personal.

Médico Psiquiatra.

Es una realidad que hoy en día está muy en boga la salud mental. Esto tiene una doble forma de interpretarse: por un lado significa que por fortuna se va venciendo el estigma hacia aquellas personas que en un momento dado han sufrido internamente y han necesitado recibir tratamiento psíquico al respecto (ya sea psicoterapéutico y/o médico); y por otro que se ha evidenciado que la patología mental es un hecho, y que es aconsejable ocuparse de ella desde sus inicios no sólo para no pasarlo mal, sino para evitar que desemboque en males mayores.

La pandemia, el estrés laboral, las relaciones interpersonales tóxicas, los problemas de salud, las dificultades económicas… en definitiva, los problemas que habitualmente nos acechan en los convulsos tiempos que recientemente hemos vivido, son los principales causantes, entre otros factores, de síntomas tan desagradables como la ansiedad y la depresión; síntomas de los que lamentablemente somos cada vez más testigos y conocedores de su nociva naturaleza, o porque los han padecido seres queridos, o porque los hemos sufrido en nuestras propias carnes.

Pues bien, considero que, tratando estos síntomas desde la raíz, no sólo en cuanto a su forma directa de manifestarse sino también abordando necesariamente el foco del conflicto, se puede hacer que la persona, por muy mal que se sienta, por muy complejo que sea su caso, pueda encontrarse al menos un poco (y a veces un “mucho”) mejor. Es por esto que considero que, de una manera ecléctica, y valiéndome en mi caso de diferentes corrientes y metodologías adquiridas, es el terapeuta el que debe amoldarse a las necesidades del enfermo, y no éste a protocolos de intervención previamente establecidos.