Miles de personas deciden por muy diversas razones, impulsos y problemáticas suicidarse. La cuestión de si la vida merece o no la pena ser vivida y la decisión de acabar con ella es, como señala Camus, la cuestión filosófica esencial del ser humano.
La conceptualización del duelo como una cuestión a superar desvirtúa lo que éste es: un proceso de dolor en el que, tras una pérdida significativa, se añaden sentimientos, y sensaciones a la vida. Un duelo nunca se supera, en el sentido de un acontecimiento que acabó y que ya no tiene influencia en uno; un duelo se siente, se soporta, se sufre.
Mi abuelo no era una persona de mentalidad abierta, gracias a la mili y a la guerra. Cuando se enteró que yo iba a estudiar Psicología, su mirada (también era de pocas palabras) siempre severa, se tornó en otra de grave preocupación. Verano tras verano me preguntaba qué asignaturas tenía, y cuando yo acababa de relatarle preguntaba: ¿y kárate?
La actividad de los familiares o personas cercanas que cuidan a enfermos crónicos incapacitados debe ser entendida desde la confluencia de tres vertientes: el cuidador, el enfermo y los apoyos que ambos tengan. Esta actividad se desenvolverá dentro de un contexto social determinado y éste influirá de manera significativa en la forma en que se desarrolle el cuidado y en la manera en que será afrontado.
Los intentos que las víctimas hacen para tratar de entender el acontecimiento traumático que han vivido y las repercusiones que éste ha tenido en sus vidas son esenciales para integrar el trauma.
En un estudio publicado recientemente (1) se ha tratado de evaluar la búsqueda de sentido a lo ocurrido y la percepción de cambios personales
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando y cierra esta ventana está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.