Lo único que por cierto hace falta es esto: Soledad, grande, íntima soledad. Adentrarse en sí mismo, y, durante horas y horas, no encontrar a nadie.
Rainer Maria Rilkie
La espiritualidad y la religión, incluidas como una dimensión de la calidad de vida por la Organización Mundial de la Salud; por otra parte, deberían ser siempre aspectos ponderados al evaluar los factores que repercuten en la salud mental. La conceptualización de la espiritualidad y de la religión que tiene cada paciente debe ser valorada por los profesionales que realizan la atención independientemente de la orientación espiritual, religiosa o filosófica que éstos tengan; siendo imprescindible tener siempre en cuenta las interferencias e influencias que las creencias personales del terapeuta tienen en el quehacer profesional.
La Asociación Mundial de Psiquiatría ha realizado una declaración de su postura con relación a la espiritualidad y la religión. Pese a que no existe una definición que suscite un acuerdo general, en las distintas aproximaciones al concepto de espiritualidad se hace referencia a que es una dimensión de la experiencia humana que se relaciona con lo trascendental, con la realidad absoluta o con lo sagrado. Está en íntima relación con el sentido de vida, con el propósito de vida y con los valores. La religión es un sistema de creencias y prácticas que una comunidad o un grupo social tiene en relación con lo que considera sagrado.
Algunos de los puntos más relevantes que se plantean desde la Asociación Mundial de Psiquiatría son:
-De forma sistemática debe ser tenida en cuenta una valoración de las concepciones espirituales y religiosas de los pacientes
-La comprensión de la relación de la espiritualidad y la religión con el diagnóstico, el tratamiento y la etiología de los trastornos psiquiátricos debe ser una parte esencial de la formación psiquiátrica
-Se debe investigar más sobre las aplicaciones clínicas de la espiritualidad y la religión
-Es necesario ser sensibles y respetar las prácticas espirituales y religiosas tanto de los pacientes como de los miembros del personal y los voluntarios que trabajan en la atención en salud mental
-Se debe conocer tanto el potencial beneficioso como perjudicial de las prácticas religiosas y seculares así como los efectos nocivos que pueden presentar los diversos posicionamientos en relación con la espiritualidad
Es indispensable realizar un trabajo personal para que, independientemente de las creencias personales propias, se pueda trabajar en el camino de apoyar el bienestar y la salud psíquica de los pacientes teniendo en cuenta que se sustentan, en gran medida, en las creencias y valores que son aportados desde la vivencia espiritual. En lo referente a la espiritualidad y la religión, una mirada crítica, pero que, sobre todo, trate de ser imparcial, resultará beneficiosa en el camino de promover la salud y el bienestar tanto de las personas concretas como de la sociedad en general.
Autor: Antonio Sánchez González
Psiquiatra- Psicoterapeuta – Perito Judicial
Especializado en el trabajo con personas afectadas por acontecimientos traumáticos